Arnold nos enseña en este artículo los riesgos del remo si no dispones de un adecuado control lumbopélvico por acortamientos de toda la cadena posterior. Trabaja tu musculatura dorsal con ejercicios de remo pero protegiendo a tu zona lumbar, tu disco intervertebral te lo agradecerá.
Arnold nos cuenta como en aquella época a finales de los 70 cuando aun no había máquinas para todos los grupos musculares, los culturistas acudían a recursos con los medios materiales de los que disponían para crear nuevas posibilidades de trabajo. Una de ellas es el remo en punta que consistía en apoyar una barra olímpica en una esquina y utilizarla a modo de palanca para disponer de un ejercicio de remo. Posteriormente se diseñaron barras en forma de «T» o crucifijo para mejorar el agarre y más adelante se diseñaron ya algunas máquinas con un apoyo para el pecho y así liberar a la zona lumbar de cargas elevadas.
Por aquella época no había más posibilidad que inclinarse y aprovechar la fuerza de la gravedad para conseguir cargas elevadas para el trabajo de remo. En esta imagen vemos a Arnold ejecutando un remo en punta con barra a alta intensidad (con una carga elevada), pero cometiendo un grave error para su columna.
Arnold nos confiesa que por aquella época (igual que ahora) los que deseaban desarrollo muscular no tenían en cuenta el control postural y el estiramiento de grandes cadenas musculares para evitar desequilibrios.
En este ejercicio ejecutado por el gran Arnold, se observan dos errores:
El primero y más importante es que posiblemente por su acortamiento y pobre control postural en su disociación lumbopélvica, se observa una evidente falta de estabilidad de la columna que se dispone en flexión asociada a su cadera. Seguramente con está pronunciada cifosis, sus discos intervertebrales a nivel lumbar estaban a punto de salir disparados hacia atrás, desconozco si Arnold tuvo dolores lumbares por compresión de sus ramas posteriores, pero desde luego tenía todas las posibilidades.
El segundo error es que al ser la carga tan elevada, el cuerpo tiende a una posición más vertical ya que es más efectivo en la tracción y la zona lumbar recibe menos carga. El inconveniente es que la carga se la lleva el trapecio superior que es un músculo fuerte que intenta ayudar en los movimientos de remo compensando lo que los músculos dorsales ya no pueden realizar. El resultado es un trabajo más orientado hacia los trapecios que hacia los dorsales.
Mucha carga, postura cifótica
Si se adopta una posición cifótica sin disociación lumbopélvica, lo más habitual es que las escápulas no realicen todo su recorrido. No conseguirán aproximarse ya que los hombros no son capaces de proyectarse hacia atrás. El gran dorsal no realiza todo su recorrido completo y desde luego los aductores de escápulas (romboides y trapecio medio e inferior) apenas pueden realzar su trabajo de forma dinámica, las escápulas quedan separadas, lo que favorece aun más un patrón postural en posición cifótica con acortamiento de toda la cadena posterior que se evidencia en gestos cuando se realiza una flexión.
En la imagen anterior podemos ver este patrón cifótico y de cadena posterior acortada tanto al realizar el peso muerto como a la hora de colocar los discos en la barra. Arnold al flexionarse hacia delante compensa su falta de movilidad con una flexión de columna. Este gesto repetido de forma sistemática en nuestra vida cotidiana y/o deportiva terminará alterando la estructura del disco intervertebral.
Emplea una técnica correcta
Si realizas el ejercicio de remo en punta, debes tener presente que no es para mover intensidades máximas ya que a la zona lumbar le resultará imposible estabilizar todo el tren superior en esta posición. Garantiza que puedes disponer de una buena disociación lumbopélvica para estabilizar la columna en una posición recta y extendida donde el disco está en una situación mecánica muy estable y por otra parte, tus músculos erectores de columna deben de tener la suficiente fuerza isométrica para ser capaces de fijar la columna. En la imagen anterior podemos observar una adecuada posición donde la flexión se ha realizado con la articulación de la cadera mientras que la columna permanece extendida realizando su función estabilizadora.
En el próximo artículo Arnold nos contará las dificultades que tenía a la hora de realizar la sentadilla ¿ves los problemas? Pues haz clic en la imagen y no te pierdas su próxima aportación para corregir tus sentadillas.
Autor original: Prowellness